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Paternidad, alimentación y…

Ser madre es una función que implica trabajo, obligaciones y deberes. Ser madre, mujer y profesional a día de hoy es algo complejo. ¡Las mujeres son heroínas de la vida!

Pero… ¿y ser Padre?

Ser padre tampoco es una tarea fácil. No hay cursos y no se nace sabiendo. Es un trabajo de prueba y error. Es tener un don natural y trabajarlo cada día. Es entrenar lo que a nosotros, hombres, normalmente nos falta: la Paciencia (entre muchas otras cosas)

  • Ser Padre es:

    • ¡Cuidar de la Madre! Con la Deusa contenta, tendremos el paraíso en casa. Una Deusa triste y mal cuidada será un infierno. Cuidar bien de la Madre es un tarea hercúlea.
    • Firmeza en la disciplina y amor en el trato. Esta relación es una linea muy fina. La Madre, por naturaleza, es más amor y menos firmeza. El padre, lo contrario.
    • Crear el lazo de paternidad. ¿Cuántos de nosotros, Padres, terminamos alejados de nuestros hijos? Y eso que muchos de nosotros conocemos en primera persona el dolor que puede causar esta distancia. Apoyar a nuestros hijos es dialogar con ellos, escucharlos, bajar del pedestal de la autoridad y ponernos a su altura. Escuchar sus sueños, emociones, miedos y estar allí para ellos.
    • Influenciar, a través de ejemplo, nuestras buenas costumbres

En relación a la alimentación (como en tantas otras cosas), ellos son nuestro espejo y reflejo. Ellos quieren y tienen tendencia a seguir siempre el camino más rápido, sencillo y práctico. Galletas, dulces y hidratos (energía rápida) son los preferidos del ser más pequeño… Los humanos tenemos tendencia a ser vagos, prácticos y buscamos la satisfacción más inmediata posible.

Pero, Padres, nosotros somos los guías, la luz/faro de nuestros hijos. Tenemos el Poder inmenso de guiarlos, somos la señal de peligro que está en la carretera, la señal de prioridad, la señal de Stop. Muchas veces no podemos parar el Ser pero podemos avisar, instruir y dar ejemplo, que es lo que más cuenta para ellos. En lo que respecta a la alimentación, estos son los consejos que les podemos dar:

  • Dar el ejemplo. Ellos nos miran. Es complicado y difícil pero es lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos. Ellos copiarán a sus padres. En lo bueno y en lo malo.
  • Estudiar y saber cuáles son los alimentos de debemos darles. Encontrar tiempo en familia para el tema y hablar abiertamente sobre ello.
  • Opciones: No hay que obligarlos a comer solo una cosa. Hay múltiples variedades (nosotros, por ejemplo, tenemos 3 desayunos Budas diferentes! — este fue el toque comercial de la crónica! ) Si no les gusta el brécol, que prueben las espinacas, o la lechuga, o quizás pueden empezar por los guisantes, etc…
  • Paciencia casi infinita. Ah, ah… ¿cuántos de nosotros conseguiremos? Pocos. Pero algunos lo conseguiremos.

Amigos, no os hablo como Maestro pero sí como un compañero de viaje. Sigo lleno de errores y pruebas pero soy consciente que, poco a poco, voy mejorando y, ante todo, sé que tengo una COMUNIDAD de padres y amigos de mi lado, intercambiamos ideas, errores y dificultades y juntos caminaremos para algo mejor.

Gracias a todos mis compañeros y también a vosotras, madres, cuyo papel es absolutamente crucial para la Humanidad.

Enhorabuena a nosotros, los Padres Luchadores

Un gran abrazo a todos,

Gonçalo